Cerrando brechas de manera experiencial: la fórmula educativa Mundo Mujer
Martes, Mayo 27, 2025En Colombia, miles de estudiantes enfrentan barreras invisibles que afectan su acceso a una educación económica y financiera de calidad. Estas brechas no solo limitan su desarrollo individual, sino también el progreso colectivo de comunidades enteras.
Frente a esta realidad, la Fundación Mundo Mujer ha diseñado un proyecto educativo con un enfoque innovador que une tres grandes pilares: la economía del comportamiento, el acceso inclusivo a la educación y la gamificación como motor de aprendizaje.
Los desafíos que van más allá del aula
Estudios como las pruebas PISA, la Encuesta de Capacidades Financieras de CAF y la Superintendencia Financiera han dejado en evidencia que Colombia presenta rezagos importantes en materia de educación económica y financiera, especialmente en jóvenes de zonas rurales y de bajos recursos económicos.
La falta de acceso a conocimientos básicos como el ahorro, el crédito o la planificación financiera tiene efectos profundos que les impide a los jóvenes enfrentar gastos imprevistos, proyectar un plan de vida sostenible o participar activamente en la economía formal.
Ante esta problemática, el Proyecto de Educación Económica y Financiera Mundo Mujer en 40 instituciones educativa rurales y urbanas de Colombia, desarrollado por la Fundación Mundo Mujer en alianza con el Banco Mundo Mujer, ofrece una respuesta pedagógica alineada con estándares internacionales y centrada en las personas.
El poder de la economía del comportamiento
Uno de los fundamentos de este proyecto es el enfoque en economía del comportamiento. Este campo estudia cómo las personas toman decisiones económicas en la vida real, influidas por emociones, sesgos cognitivos o normas sociales. Bajo esta premisa, el proyecto diseña experiencias educativas que no solo informan, sino que transforman actitudes y comportamientos, fomentando hábitos saludables como el ahorro constante o el consumo consciente.
Por ejemplo, se utilizan comparaciones visuales entre decisiones financieras acertadas y no acertadas, incentivos simbólicos que refuerzan conductas deseadas, y se valora la planificación como un hábito que se construye desde la cotidianidad. De esta forma, los estudiantes no solo aprenden qué hacer con el dinero, sino también por qué hacerlo.
Educación para todos, sin importar dónde vivan
El acceso equitativo a la educación ha sido otro eje clave del proyecto. Desde 2017, esta iniciativa ha llegado a más de 255 instituciones educativas en zonas rurales y urbanas del país, brindando herramientas a estudiantes de grado noveno, una etapa crucial en la formación de su proyecto de vida. En 2025, el proyecto se extenderá a 40 instituciones ubicadas en 11 departamentos, impactando directamente a más de 5.500 estudiantes.
Se han desarrollado materiales diferenciados según el contexto: cartillas físicas y juegos de mesa para zonas rurales con menor conectividad, y herramientas digitales gamificadas para entornos urbanos. Esto garantiza que los contenidos lleguen de forma significativa a cada joven, respetando su realidad y sus necesidades.
Aprender jugando: la fuerza de la gamificación
La gamificación ha sido otra estrategia central. Al convertir los contenidos en desafíos, juegos y simulaciones, se activa la participación y se eleva el compromiso del estudiante. Talleres como "Emprendedores del Futuro" o "Decisiones que cuentan" permiten que los jóvenes experimenten en carne propia cómo funciona una economía, tomen decisiones, enfrenten riesgos y resuelvan problemas reales con creatividad.
Estos espacios lúdicos no solo enseñan, sino que conectan emocionalmente al estudiante con el contenido, promoviendo un aprendizaje más profundo y duradero. Además, refuerzan habilidades blandas como el trabajo en equipo, la comunicación y el pensamiento crítico.
Un proyecto con visión de futuro
El Proyecto de Educación Económica y Financiera Mundo Mujer es más que una iniciativa educativa: es una apuesta por el desarrollo sostenible, la inclusión y la equidad. Está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y busca aportar a la reducción de la pobreza, el acceso a una educación de calidad y el crecimiento económico inclusivo.
A medida que el proyecto evoluciona, también lo hace su metodología. La implementación de un sistema de medición de competencias financieras con enfoque OCDE permite evaluar avances en conocimientos, actitudes y comportamientos, asegurando un impacto real en la vida de los estudiantes.
Este proyecto es una invitación a repensar la forma en que enseñamos finanzas. A dejar atrás el miedo a los números y abrir paso a la creatividad, la empatía y el juego como herramientas poderosas de transformación.
La educación económica y financiera puede cambiar vidas. Comparte este artículo con tu red y ayúdanos a llevar esta conversación a más personas. Porque cuando entendemos cómo funciona el dinero, también entendemos cómo construir un futuro mejor para todos.